- Asegúrate de saber cuál va ser tu nuevo domicilio, de esta manera podrás pedir a la tienda donde tengas la mesa de regalos que te los envíen directamente ahí, la casa de tus papás o de los de tu novio es mala idea, igual vas a tener que sacarlos de ahí y si tu boda es de más de 100 invitados tendrás 5 vajillas, dos licuadoras, una plancha, un horno de microondas, un juego de porta retratos, dos juegos de 16 vasos, un juego de copas, un especiero... y lo tendrás que llevar tu misma (ojalá te vayas a casar con un caballero y te ayude).
- Haz la mudanza poco a poco antes de la boda, solo deja tu ropa y zapatos para el final, después de la luna de miel, cuando vuelves a la vida real, resulta que tienes montones de trabajo atrasado y que tendrás que hacer toda la mudanza en pocas horas que tienes libre el domingo, incluso si contratas una mudanza, tu tienes que empaquetar todo y no te imaginas la cantidad de objetos de dos centímetros cuadrados que no sabes ni en que caja deben ir.
- Dense a la tarea de organizar su presupuesto, si no lo hacen la primera vez que se comparten los ingresos (totalmente) uno no se da cuenta ni en que te gastaste el dinero
- Decidan quien va a hacer qué en la casa desde un principio, luego resulta que tu creías que como tú cocinaste a él le tocan los trastes y en la noche te das cuenta de que él no lo sabía.
Parecen pequeñas cosas, pero una sobre otra y de repente te das cuenta de que haz abandonado tu blog por cinco meses, aguas chicas, mucha organización para esos primeros meses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario